—¡Las Estaciones Han Fenecido, Las Estaciones, Las
Estaciones…!—
I (XVI/II/XV)
El frío ya le cala a mis huesos,
la ausencia de mi barba le cala a
mi narcisismo, y a mi cara, sólo
la fastidia con las quemaduras
e irritaciones malditas que dejan
las navajas del viento y del rastrillo.
El frío ya le cala a mis huesos,
la ausencia de mi barba le cala a
mi narcisismo, y a mi cara, sólo
la fastidia con las quemaduras
e irritaciones malditas que dejan
las navajas del viento y del rastrillo.
II (VII/IV/XV)
La barba ya volvió a crecer,
y ayer mismo, a la medianoche,
la recorté para lucirla más
y librarme de la comezón
provocada por el calor agobiante,
más maldito que ese viejo viento tajante.
La barba ya volvió a crecer,
y ayer mismo, a la medianoche,
la recorté para lucirla más
y librarme de la comezón
provocada por el calor agobiante,
más maldito que ese viejo viento tajante.
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